¿Cuál fue su trabajo social de base previo a haber sido edil y ahora alcalde de la localidad de Suba?
Sí, digamos que mi recorrido por Suba o el servicio social en Suba inició con una fundación de niños que llamamos Los Amables, que eran unos niños, hijos de madres recicladoras de este sector de los Huacales, ahí en Santa Cecilia, desde el año 2012. Empezamos un trabajo literalmente con las uñas, llegamos con un curso de manicura a las mamás, y también con talleres de valores y liderazgo. Más adelante fui el presidente del consejo de administración del edificio en que vivía, en el sector de la UPZ Prado. Luego tuve un sueño que se hizo realidad: la PAZicleta. Que lo llevamos a departamentos como Bolívar, Putumayo, Guaviare. Se le daba a los niños una bicicleta para ir a estudiar en medio de un contexto de una bicicleta con unos colores y forma que la hicieron: la bicicleta de la paz. Entonces fundamos la Universidad de Suba, que fue un proyecto de dos o tres iniciativas juveniles, y por una beca que me dieron en la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, hice un proyecto aquí que dejó talleres de educación y proyectos de vida para los jóvenes de Chipacuy. Luego ya, en 2015 apareció la Alcaldía de Suba de entonces en el conjunto donde yo vivía, y nos tumbó una reja. Hicieron una recuperación del espacio público y la gente comenzó a decir que necesitaban un edil que los representara. Me propusieron a mí y quedamos. Ahí me dediqué a trabajar con las personas en condición de discapacidad. Yo había salido en silla de ruedas de la Fuerza Aérea de Colombia por un accidente. Como edil trabajé entonces por las personas mayores y en discapacidad y por el deporte que ha sido mi pasión toda la vida. Luego apareció el problema de los contenedores de basura, con la basura por todos lados. Me dediqué a atender a las comunidades en ese sentido. Después de mi segundo periodo como edil, es que se comienza a encaminar lo distrital. Carlos Fernando Galán conocía mis labores y hacíamos parte del mismo grupo comunitario y después de pasar los exámenes y entrevistas me escogió él como alcalde de Suba. Ya voy por ocho meses como alcalde.
¿Cómo está la relación con la población afrocolombiana y la alcaldía local de Suba?
Al comienzo hubo unas desavenencias, pero yo ya les tripliqué el presupuesto. En los debates de la Junta Administradora Local se priorizaron otros temas y gasto y se bajó un poco al inicio el presupuesto para los afro. Eso generó una tensión en la relación con ellos, pero en este momento estamos divinamente.
¿Qué hay de cierto del rumor de un plan de construcción de una nueva sede de la alcaldía de Suba?
El año pasado la Secretaría de Integración Social llegando el mes de noviembre nos dice que ya no se va a ejecutar más de 7.500 millones, nos devuelve la inversión que teníamos, pliegos, etc. No podíamos modificar ninguno. Entonces, para no tener una conducta contra le ley de contratación pública, nos tocó ver qué hacer con ese dinero y otros remanentes que nos llegaron. Y, lo que encontramos fue una petición de la profesional 2224 de la alcaldía, donde nos hizo caer en cuenta que había esa necesidad de una sede, entonces nos pusimos en esa búsqueda, pusimos una invitación a la inmobiliaria de Cundinamarca y otras, a nivel nacional, en ese sentido. Sin embargo, ya en la última semana del año no logramos finiquitar los detalles y el proyecto se cayó. Los fondos regresaron al nivel central, al distrito.
¿Consideraba, de pronto, a pesar de todas las vueltas que dio ese dinero que pronto hay necesidades más imperiosas como población vulnerable, migratoria, vías, que construir una nueva sede que todavía aguanta?
La sede actual no aguanta por ningún lado.
¿Qué tiene? ¿Problemas de cimientos? ¿Cuáles son las fallas, señor alcalde?
No hay espacio, no hay espacio, no hay espacio para que los contratistas vayan a trabajar. La gente tiene que trabajar por ahí en sillas, sin un lugar digno. Bueno, ahorita ya la conversación cambia porque estamos, estoy planteándole un anteproyecto con mi jefe al Secretario de Gobierno, Secretario General, a la Secretaría de Planeación, para echar la posibilidad que abrió el Tribunal de Cundinamarca en años recientes, cuando observó el POT, diciendo que la visión política-administrativa solamente podía ser a partir de la iniciativa de la próxima administración distrital, es decir, la actual, para que el próximo consejo distrital, es decir, el actual, debatiera la nueva visión política-administrativa de Bogotá, toda vez que el POT dividía la ciudad en 33 UPL, en 33 localidades, digamos así, y Suba particularmente resultaba con 6 UPL. Eso quiere decir que sólo durante este periodo constitucional se pudiera adelantar el POT en localidades más grandes, como esta, puedan alcanzar unos tamaños más administrables, máxime, cuando Suba está ya poblando Lagos de Torca, que tiene proyectado aproximadamente 120.000 clientes. Eso quiere decir que la conversación ahorita es, si a futuro, para que a partir del próximo periodo, se pudiera dividir, ojalá, en dos localidades Suba.
¿Habría otra nueva alcaldía local, algo así?
De darse el proyecto sí.
Es bastante usual, digamos, el chiste de que Suba es tan grande como Barranquilla, o más grande que no sé qué ciudades, incluso se le burlan a Bukele de cómo Suba, digamos, es equiparable como con estas cosas ideológicas latinoamericanas, se le habla mucho de Suba a Bukele en redes y se le dice esta comparación. ¿Cómo se toma usted esta suerte de asimetrías o comparaciones?
No sabía de esto. Esta relación con El Salvador.
¿Cómo va la Casa Cultural de Suba, cuándo se entrega, qué pasa con esa obra?
Esa obra la recibimos con una suspensión cuando yo entré a la alcaldía. Vamos en un avance de 87% hasta hace unas semanas. El contratista dice que no le llega el ascensor en el tiempo que le dijeron que le iba a llegar, que era el 3 de marzo, dice que le iba a llegar ya a finales de marzo y, entonces, tocó hacer una suspensión. Nos hacen entender que ya el ascensor está llegando, o que de hecho ya llegó a Bogotá. Entonces vamos a retomar el contrato yo creo, el martes regresando de Semana Santa, vamos a hacer una prórroga para que instalen el ascensor, todas las instalaciones de acueducto y eléctricas que nos deben y pues que hagan como los acabados que faltan y los certificados técnicos, como el retiro y el refinamiento, como lo que falta. Con este, en junio ya debería estar finiquitada la obra.
¿Cuáles considera usted que son los principales desafíos coyunturales que enfrenta Suba en este momento y qué estrategias está implementando, digamos, con el plan de desarrollo, lo que hay de presupuesto del distrito, en temas tan álgidos como el agua, la seguridad, el empleo, el espacio público, los migrantes y otra población vulnerable?
Tenemos un accionar con buenos resultados en cuanto la reducción de la violencia intrafamiliar. Las cifras lo demuestran. Tenemos tres contratos particularmente importantes para hacer. Queremos generar una cultura donde los vecinos (Vecis) nos ayuden a presionar para que un violento entienda que ya un vecino lo puede denunciar, con datos y rutas que pueden tomarse para proteger la vida de las mujeres y los niños que viven en cada uno de los hogares de la localidad. Esto seguido por el ruido que ha venido en aumento. Cerramos el año con 38.000 mil quejas, eso nunca se había visto. Entonces vamos a contratar a una empresa certificada para nosotros poder hacer las mediciones y así poder tomar las medidas policivas más contundentes. Había una meta de cerrar cien bares o negocios de alto impacto este año. No es que la gente no tenga derecho a festejar, sino que si la hace a costa del descanso de los demás, eso afecta también a la comunidad. Seguido está el problema de la salud mental. Un problema ahorita enorme. Precisamente ayer tuvimos reunión de formulación para atacar mediante tres frentes este tipo de problemáticas.
¿Y, respecto al agua, la seguridad, el empleo y el espacio público?
Las medidas con el agua no se toman desde la localidad. Hay que ver qué medidas va tomando el alcalde mayor y por supuesto nos alineamos a ellas. Sí mantenemos un diálogo constante con el acueducto porque hay lugares donde se está demorando mucho la reconexión o fluido y la incidencia cuando llega el agua turbia, como en la semana pasada. Ya hemos organizado varias ferias de empleo. Hay varias ofertas de empleo. Y en cuanto a los migrantes, tenemos un presupuesto asignado para ellos. En estos días empiezan las inscripciones para el consumo mínimo. En cuanto a seguridad y espacio público tenemos registrados más de 147 recorridos en articulación con la Policía Nacional. Vemos mejores cifras en seguridad, espacio público como en la disminución de la violencia intrafamiliar. Con el espacio público estamos esperando el Decreto 315, que hay plazo hasta el 10 de mayo para que lo emita la Comisión Interinstitucional del Espacio Público y ahí saber cuál es el rol específico de los funcionarios públicos para que se cumpla el decreto.
¿Usted es pro Chingaza 2 o una solución afín?
Pues técnicamente se demostró que tenían que hacerlo en el 2013. Al alcalde de entonces se le mostró el estudio y lo engavetó.
¿Qué está leyendo, qué escucha y qué ve de audiovisual?
Estoy terminado el libro Hipocracia y Cómo salir del pozo de Andrés Oppenheimer. Generalmente escucho rock, jazz, o música para poder trabajar. Electrónica, música flamenca, o música que sirva para poder trabajar. Veo las carreras de la Fórmula 1, algunos documentales. Lo que tiene que ver con la naturaleza y escaladores. Y hay series y películas que me gustan mucho.
¿Qué planes tiene? Digamos, las cosas terminan, su gobierno tendrá un término, y después de eso, ¿qué aspiraciones tiene?¿O se va a tomar un descanso?
Por ahora quiero terminar bien la alcaldía. Es un reto que lo ocupa a uno mucho día a día. Después sería salir a la academia como docente o una dirección o decantara, algo así. Me interesa desarrollar la cultura de los vecis, para que nos hablemos de tú a tú, y la iniciativa turística Ven a Suba. Además de las Gerencias de Soluciones.
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