Por Juan Pablo Plata


La reciente cancelación del Open San Felipe (27, 28 y 29) de septiembre de 2024, un evento cultural y comercial de gran relevancia para Bogotá, ha generado un amplio debate sobre la gestión de recursos y la coordinación de eventos públicos y privados en la ciudad frente al racionamiento de agua. La decisión de imponer un racionamiento de agua justo el fin de semana (Domingo 29 de septiembre) en el que se llevaría a cabo este festival de arte ha sido ampliamente criticada, pues se considera que no se evaluaron de manera adecuada las implicaciones que esta medida tendría sobre otros sectores de la vida urbana. En particular sobre el barrio San Felipe, Barrios  Unidos en Bogotá D.C.

Es innegable que la escasez de agua es un problema grave que requiere medidas urgentes. Sin embargo, es igualmente cierto que la planificación de un evento de la magnitud del Open San Felipe implica una inversión considerable de tiempo, recursos y esfuerzo por parte de los organizadores, comerciantes y artistas involucrados. La cancelación de última hora de este evento no sólo representó una pérdida económica significativa para muchos, sino también un duro golpe para la vida cultural de la ciudad. Johanna Morales, la organizadora del Open San Felipe desde una empresa privada que recibe apoyos y permisos de realización, solo pudo emitir un comunicado escrito y otro en video en Instagram. Todo ante la comunicación estatal que cancelaba el evento porque no iba a haber suministro de agua en el barrio y la localidad por el nuevo calendario de racionamiento.

La falta de coordinación entre las entidades del distrito de Bogotá responsables de la gestión del agua y las encargadas de la organización del evento desde lo privado es evidente en este caso. La decisión de imponer el racionamiento sin considerar las implicaciones para el Open San Felipe sugiere una falta de comunicación y colaboración interinstitucional y de lo privado y lo público. Es necesario que se establezcan mecanismos más efectivos para garantizar que las políticas públicas no generen efectos colaterales negativos sobre otros sectores de la sociedad.

Por otro lado, es importante reconocer que tanto el acceso al agua como el desarrollo de actividades culturales y comerciales son derechos fundamentales. En este sentido, es necesario buscar soluciones que permitan conciliar ambas necesidades. En el caso del Open San Felipe, se podrían haber explorado alternativas como la implementación de medidas de ahorro de agua específicas para el evento, la postergación del racionamiento o la búsqueda de fuentes alternativas de suministro.

La cancelación del Open San Felipe nos recuerda la importancia de adoptar una visión integral de la ciudad y de considerar las múltiples dimensiones de los problemas urbanos. Es necesario que las autoridades competentes trabajen de manera coordinada para encontrar soluciones que permitan garantizar el acceso a servicios básicos como el agua, sin sacrificar otros aspectos fundamentales de la vida urbana como la cultura y el comercio.

En resumen, la cancelación del Open San Felipe debido al racionamiento de agua pone de manifiesto la necesidad de una mejor coordinación interinstitucional y de una visión más integral de la gestión urbana. Es fundamental que se busquen soluciones que permitan conciliar las necesidades de todos los sectores de la sociedad, evitando así que decisiones tomadas con buenas intenciones generen consecuencias negativas para otros.