● En diciembre, una mala decisión puede cambiarlo todo. Manejar después de beber no es un riesgo personal, es poner en peligro la vida de quienes comparten la vía. Ni un solo trago si vas a manejar: ninguna celebración vale más que llegar bien a casa.

● En lo corrido del 2025 se han reportado 18 fallecidos por siniestros viales en los que el conductor estaba en estado de embriaguez y 192 heridos. En diciembre de 2024, se registraron 59 fallecidos y 1.971 lesionados en siniestros viales. El 54% fueron motociclistas.

● La prevención empieza antes del primer brindis: planear el regreso, entregar las llaves y no dejar que nadie maneje si ha tomado. Primero la vida, siempre.

Diciembre es un mes para celebrar, reencontrarnos y compartir en familia. Es una época que llena la ciudad de luces, música y encuentros que hemos esperado durante todo el año. Sin embargo, en medio de las fiestas es fácil bajar la guardia y tomar decisiones que ponen en riesgo lo más importante: la vida. Como ciudad, no podemos permitir que una celebración termine en tragedia por decisiones que podemos evitar.

Antes de cualquier fiesta, antes del primer brindis, antes de dejarnos llevar por el momento, está la vida. Primero la vida, siempre. Ninguna salida, ninguna celebración y ningún trago valen más que regresar sanos a casa. Por eso, la Alcaldía Mayor de Bogotá hace un llamado contundente a todas y todos los ciudadanos: ni un solo trago si van a manejar.

Manejar después de haber consumido alcohol no es “un riesgo personal”: es una decisión que puede afectar profundamente a varias familias en un segundo. Conducir en estado de embriaguez pone en peligro a peatones, ciclistas, motociclistas, pasajeros y a cualquier persona que transite por la vía. Es una decisión que puede costar vidas.

Consumir alcohol, así sea en cantidades consideradas pequeñas, aumenta el riesgo de resultar involucrados en siniestros viales (cinco veces más que la de un conductor sobrio), también disminuye la atención, así como el estado de alerta, por lo que se tienen reflejos más lentos con un evidente deterioro de la coordinación. Adicionalmente, se tiende a sobrevalorar las habilidades al volante, lo que lleva a los conductores a asumir mayores riesgos como conducir con exceso de velocidad o realizar maniobras peligrosas.

   En lo corrido del 2025 se han reportado 18 fallecidos y 192 heridos por siniestros viales en los que el conductor estaba en estado de embriaguez. En diciembre de 2024, se registraron 59 fallecidos y 1.971 lesionados en siniestros viales. El 54% fueron motociclistas.

Entre 2020 y 2024, Bogotá registró 100 siniestros con víctimas fatales asociados a conductores en estado de embriaguez, según el Anuario de Siniestralidad Vial 2024 de la Secretaría Distrital de Movilidad.

“Como Distrito y como sociedad, no podemos normalizar que alguien pierda la vida solo por el hecho de moverse de un lugar a otro. Cada uno de estos casos representa una historia que pudo evitarse: una familia esperando a alguien que no volvió, un proyecto de vida truncado, una pérdida irreparable. Ninguna muerte en la vía es aceptable, todas son evitables”, destacó Claudia Díaz Acosta, Secretaria de Movilidad de Bogotá

Por eso, el Distrito lanza en diciembre una campaña de cultura ciudadana enfocada en salvar vidas, recordando que una mala decisión puede cambiarlo todo en un segundo.

“En Bogotá nos cuidamos juntos. Cada pequeña decisión que tomamos en diciembre —planear el regreso, acompañar a quienes celebran con nosotros y elegir no manejar si hemos bebido— fortalece una ciudad que valora la vida por encima de todo. Cuando actuamos protegiendo la vida, llegamos todos bien a casa”, resaltó Santiago Trujillo, Secretario de Cultura, Recreación y Deporte.

La prevención empieza antes del primer brindis:

● Si va a celebrar, planee cómo va a regresar.

Use transporte público, plataformas digitales o acuerde un conductor elegido.

● Antes de comenzar la noche, entregue las llaves.

No cuando ya haya tomado, sino antes.

Si está con alguien que bebió, no lo deje manejar.

Cuidarnos entre todos es la única manera de garantizar que esta época siga siendo de encuentros y no de tragedias.

● Si bebe, no maneje. Si maneja, no beba. No hay excepciones. No hay excusas.

Esta no es solo una invitación individual: es un llamado a la acción colectiva. La seguridad vial no depende únicamente de los controles o de la presencia institucional, sino del compromiso de cada ciudadano frente a sus decisiones.

La seguridad vial es un pacto social. Es la decisión diaria de priorizar la vida propia y la de los demás. Es detenerse por un segundo, respirar, pensar y elegir el camino


  seguro. Es entender que el cuidado no es un mensaje abstracto: es una acción concreta que empieza por decir “no manejo si tomé”.

Bogotá quiere que diciembre siga siendo un mes de abrazos, encuentros y celebraciones. Queremos que enero nos encuentre completos, sin ausencias que duelan, sin historias que lamentar. Por eso, reiteramos el mensaje central de esta campaña:

Ni un solo trago si va a manejar.

Una mala decisión nos cuesta la vida.