Por Juan Sebastián Lozano.

Hace poco vi el programa de Carolina Sanín sobre las drogas y me gustaría decir un par de cosas. Está muy bien que se hable del tema, que se dé información para que los jóvenes no entren al consumo a ciegas, pero dar ciertos mensajes de promoción es peligroso.

Dice Julián Quintero, su invitado experto, que la adicción como enfermedad no existe. Puede ser irresponsable esta afirmación, más allá de las ganas de confrontar teorías "conservardoras" con "liberales", en la realidad mucha gente tiene un consumo compulsivo problemático —yo lo tuve— y la única manera de solucionar el desastre emocional y físico que genera la adicción es dejar de consumir, intentar por todos los medios mantenerse sobrios. Y esto no es necesariamente un sufrimiento, puede ser un camino satisfactorio e incluso muy feliz, reencontrarse con las emociones genuinas, crecer en el dolor y el choque con la vida real puede ser una felicidad; se recogen buenos frutos cuando se enfrentan los miedos y no se huye por cualquier cosa. El consumo de drogas por evasión hace más grande el vacío de la vida, el objetivo es bailar en ese vacío y eso en mi opinión solo puede hacerse en sobriedad.

Muchas personas coinciden en que nunca pudieron controlar las sustancias, y en que estas perjudicaron su vida a sobremanera, no es entonces una teoría conservadora "la adicción", es la realidad de mucha gente —es la mía—, y muchos encuentran —encontramos— en los grupos de 12 pasos (NA, AA) una manera agradable y productiva de acabar con el sufrimiento. Porque de verdad se sufre con el consumo compulsivo de drogas, y de verdad que algunas personas no pueden —o pudimos— controlarlo.

Julián Quintero es un consumidor responsable y defiende el uso de drogas, está bien, cada quién se justifica a sí mismo y crea teorías para que sus placeres se justifiquen, pero decir que la "adicción" no existe es irresponsable, ver el asunto solo como un mandato represivo del imperio yankee tal vez sea limitado. Puede haber política y economía involucradas en las teorías, pero yo estoy casi convencido de que el tema de la adicción es un asunto biológico, psicológico y social porque lo conozco bien.

Las drogas no se limitan a la rumba del barrio Chapinero en Bogotá, a gente educada que experimenta, las drogas están en toda la ciudad y destruyen a gente que no tiene más escapes, destruye individuos, destruye familias, comunidades; esto no es un cliché conservador, es una realidad. Una cosa es consumir éxtasis el fin de semana, otra terminar en la calle por el bazuco, y claro, que haya personas que no puedan controlar ese consumo es una realidad. Estoy de acuerdo con Quintero en que las drogas deben legalizarse, y en que se debe educar, ese es el camino, el enfoque del Estado ha sido erróneo pero esto no significa que la compulsión de algunos no exista y que las drogas sean solo panaceas y viajes de Eleusis; las drogas destruyen neuronas, las células del cuerpo, joden las emociones, joden el aspecto físico, no es solo un juego de Huxleys experimentadores y Alejandros Gavirias.

Dice la nueva presentadora de tv Carolina Sanín que le gustan los hombres que consumen porque se meten en sí mismos, porque se muestran distantes, se ven sexys o algo así. Repito, las drogas no son solo un asunto de intelectuales de Los Andes, algunos jóvenes pueden ver ese programa y empezar a consumir porque creen que se verán sexys y serán atractivos para las chicas sexys e inteligentes tipo Carolina Sanín. Repito, las drogas que hay por ahí no son solo marihuana de interiores o éxtasis, es basuco y otras drogas nuevas y muy rebajadas que pueden destruir vidas de verdad. Es respetable el gusto de Carolina Sanín, pero hay que tener cuidado con los mensajes que se dan en un programa de opinión en un canal público.

Defiendo la legalización de las drogas, defiendo el consumo responsable y que haya información completa sobre las sustancias, sus efectos, sus consecuencias, creo que en esto Julián Quintero y programas como el mencionado hacen una buena labor. Pero el consumo de drogas no es solo un asunto de lucha ideológica, es también biológico (y me dirán que las teorías biológicas también son ideológicas y hay algo de esto pero caer en relativismos absolutos puede ser perjudicial para la salud), y decir que la adicción no es una enfermedad puede ser apresurado e irresponsable. Las drogas no son la panacea, no son un juego o son un juego que puede resultar satisfactorio o muy peligroso. En todo caso es un buen debate y yo hablo desde mi experiencia, hasta donde llega mi conocimiento en el tema.