Furachogue. Documental.

La comunidad muisca se asentó en el territorio que hoy hace parte de Bogotá antes del año 800, ya que las abundantes fuentes hídricas del territorio permitieron la consolidación de sociedades agrícolas. Además el agua es un elemento importante para este grupo, ya que alrededor de esta giran distintos símbolos ancestrales muiscas. Esta comunidad se organizó especialmente alrededor del Lago Tibabuyes. Furachogue es un documental que encuentra un territorio urbanizado sin mayor planeación. Las entrevistas señalan que, en sueños, el abuelo les pide que retornen a su casa, y así lo hacen, interviniendo el lugar a través de la enseñanza de diversos saberes en la escuela-huerta. Las mujeres que se narran a sí mismas aquí creen en el lenguaje como proceso de resistencia y memoria, pues a través de él se reaniman vivencias, emociones y actos de personas que hablaban el Muysccubun. Ellas, aún hoy, tratan de entender cómo revitalizar la lengua en estos territorios urbanos. Así el documental encuentra un equilibrio al dirigirse al territorio y sus orígenes, pues la localidad de Suba tiene una estrecha relación con las comunidades indígenas. Esta es tan estrecha que el nombre de Suba tiene dos posibles orígenes y ambos proceden de la lengua muisca: 1) zhu-ba: rostro de una persona que inspira respeto y admiración; 2) Sua (sol) + sia (agua).